ecientes investigaciones sobre los efectos de la cafeína en la salud revelan nuevos benéficos de su consumo la cafeína es la sustancia sico-activa más consumida en el planeta: 90 por ciento de los adultos en el mundo occidental la consumen o la beben.
El Fmmingham Heart Study, una de las mayores investigaciones de salud cardiovascular realizadas, analizó la relación entre el consumo de café y la incidencia de enfermedades cardiovasculares en un grupo de hombres y mujeres, y concluyó que el consumo de café no produce efectos perjudiciales en ese nivel.
Otro reciente estudio, publicado en Archives of Infernal Medicine, demostró que beber café está relacionado con pequeños aumentos de la presión arterial, aunque parece jugar un papel insignificante en el desarrollo de la hipertensión.
De acuerdo con un estudio de la Universidad de Harvard, los adultos que beben dos o tres tazas de café al día tienen 40 por ciento más de posibilidades de prevenir la cristalización del colesterol, principal componente de los cálculos biliares.
Otros estudios quieren demostrar que el consumo de cafeína también genera beneficios a otros niveles. Al parecer, los bebedores de café tienen menos probabilidades de padecer enfermedad de Parkinson y Diabetes tipo 2. Así mismo, hay resultados preliminares que hablan del papel de la cafeína para combatir la enfermedad de Alzheimer.
Por otra parte, un estudio ha demostrado efectos benéficos en la prevención del cáncer color rectal; según el autor del estudio, el efecto probablemente es debido al contenido de polifenoles (un antioxidante) del café.
Una taza de café después de comer, facilita la digestión, ya que la cafeína estimula la secreción de saliva y de jugos gástricos. La cafeína es un diurético suave, pero, a menudo, se han exagerado sus efectos. Las investigaciones recientes demuestran que su efecto es poco, y concluyen que no comprometen el estado de hidratación general del organismo.
Dependiendo de la cantidad consumida, la cafeína puede ser un estimulante leve del sistema nervioso central y del sistema cardiovascular. La cafeína no se acumula en el cuerpo con el paso del tiempo, ya que, por lo general, se metaboliza y elimina algunas horas después de su consumo. Por consiguiente, los efectos farmacológicos de la cafeína son breves y se disipan al poco tiempo. La sensibilidad de las personas con
respecto a la cafeína varía en gran medida y puede incluso ir modificándose con la edad.
Millones de personas alrededor del mundo disfrutan todas las mañanas al tomar una taza de café para comenzar el día con energía. Hay muchas especulaciones sobre los efectos perjudiciales de la cafeína; en general, algunos de estos mitos son ciertos, pero se asocian más a la forma y cantidad en la cual se consume esta milenaria bebida.
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