El cultivo del café en Colombia se ubica principalmente en zonas de fuerte pendiente e intensa lluvia. Los suelos en su mayoría son derivados de cenizas volcánicas y materiales ígneos y metamórficos, los cuales confieren al suelo excelentes propiedades físicas y buena fertilidad, no obstante, la unión de estos factores, sumado al uso intensivo del suelo por parte del hombre, conducen a que los suelos de la zona cafetera sean altamente susceptibles a la erosión y a los movimientos masales.
Por lo anterior el Centro Nacional de Investigaciones de Café (CENICAFE), en la búsqueda de alternativas que contribuyan a la sostenibilidad de la zona cafetera, viene investigando en forma continuada e ininterrumpida desde 1945, sobre los diferentes procesos degradativos de los suelos como son la erosión hídrica y los movimientos masales, con miras a generar tecnologías apropiadas que conduzcan a su prevención y control.
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