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Café Colombiano

Una de las principales características de Buencafé es producir café liofilizado a partir de café colombiano, sello que lo ha hecho ser reconocido y apreciado en todo el mundo por su calidad, aroma y sabor.

Pero vale la pena retroceder en el tiempo y conocer un poco de la historia del café colombiano, por lo que compartimos este artículo publicado en el portal DonQuijote.org, que explica la importancia de la institucionalidad cafetera colombiana.

El café cultivado en Colombia es famoso en todo el mundo. La geografía colombiana incluye vastas regiones de paisajes agrícolas, donde las fincas cafeteras se ubican en laderas brumosas y anidan en exuberantes estribaciones que producen generosamente frutos de café. Más de 540.000 productores en Colombia abastecen al mundo con alrededor del 12% del café arábica.

El café en Colombia es más que solo una cosecha; el cultivo se ha convertido en parte de la identidad nacional, tanto así que las tradiciones que surgen alrededor de su cultivo y el bello paisaje propio de las fincas suscitaron la declaratoria del Paisaje Cultural Cafetero como patrimonio de la humanidad por parte de la UNESCO.

La historia refiere que los sacerdotes jesuitas introdujeron las semillas de café en Sudamérica a principios del siglo XVIII. El café colombiano no se exportó hasta 1835 cuando se enviaron 2.500 libras a Estados Unidos. A principios de 1900, justo después de la Guerra de los Mil Días, un nuevo período de paz inspiró a muchos a establecerse en las áreas montañosas occidentales para ganarse la vida cultivando café en pequeñas parcelas.

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